fbpx

Especial Manicuras: guía práctica para profesionales

Desde hace siglos que las uñas son mucho más que una estructura básica en la anatomía humana y se convirtieron en una forma de expresión para millones de mujeres y hombres en todo el mundo. 

Te invitamos a seguir leyendo para descubrir todo lo que necesitás saber sobre las uñas, entender las últimas tendencias y cuidados, las principales afecciones y cuándo se puede o no trabajar en ellas. 

Un poco de historia

Si bien ya en el año 3.000 a.C. Cleopatra innovaba con sus uñas pintadas, la manicura moderna como la conocemos tuvo su boom en el siglo 19 en Estados Unidos. En un comienzo se trataba de dar forma almendrada a las uñas y aplicar una capa de pintura sobre ellas, generalmente de color rojo. 

Luego, en los 30’s, se abre camino en Francia un estilo que sigue presente hasta nuestros días: la Manicura Francesa, que consiste en agregar color blanco a la punta inferior de las uñas mientras que el resto se pinta con tonos rosas.

Sin embargo, aquí no se termina la historia. A lo largo de las últimas décadas esta técnica ha seguido evolucionando y cada vez hay más novedades: materiales, herramientas, colores, diseños, etc.  

Tendencias en la actualidad

Como sabés, las tendencias cambian constantemente y dependen en gran medida de lo que propongan las personalidades del momento, por ejemplo, de celebridades mundiales o influencers locales. Te contamos algunas de las principales técnicas y formas de hacer las uñas que están presentes en la actualidad. 

Tradicionales

La manicuría de toda la vida, se realiza con un esmalte tradicional y son las que menos tiempo toman. Hay una gran variedad de tonos, pero la desventaja es que tienen una duración limitada -entre 5 a 7 días- en comparación a otras técnicas, por eso no es común ver diseños en este tipo de manicuría.

Semi Permanentes

O “semis”, las favoritas de muchas por la versatilidad, duración (a diferencia de la tradicional, puede llegar a durar el doble antes que se despinten) y un acabado con brillo increíble. Se hacen con esmaltes específicos para semi: base, color, top coat. Entre cada paso se usan las cabinas UV para secar de manera correcta. 

Permanentes

Al igual que las semis, las permanentes se realizan con esmaltes especiales y pueden llegar a durar el doble: hasta 30 días. Tienen una gran variedad de colores disponibles y diseños. Es una excelente opción, pero tenés que tener en cuenta que al pasar tantos días, se comenzará a notar el crecimiento de la uña. 

Gel

Las uñas de gel son excelentes para despertar la creatividad de la manicura como la del cliente. Gracias a su larga durabilidad (hasta 5 semanas con el cuidado correcto) permite hacer diseños. Además, sirve para extender la longitud de la uña natural y también el grosor, según las preferencias del cliente. 

Acrílico

Este tipo de manicuría, al igual que la de gel, busca emparejar las uñas y darle un acabado perfecto y parejo. Una de sus principales ventajas es que si llegan a dañarse, se pueden reparar. Son perfectas para lucir uñas largas y con distintos tipos de terminaciones.

En estas dos últimas es común ver diseños más atrevidos y creativos, hay verdaderos artistas en el rubro de la manicuría y justamente hay todo un movimiento detrás de esto. Se trata del nail art y también usa herramientas especiales para conseguir dibujar las formas deseadas.  

Tip: el aerógrafo te permite conseguir diseños hermosos, recordá usar esmaltes fluidos que no tapen las boquillas.

Independiente del tipo de manicuría que decidas ofrecer, todas necesitan pasos previos de limpieza y preparación de las uñas: remover la cutícula, limar los bordes, darle forma, etc. Para esto, vas a necesitar las herramientas precisas para cada instancia, podés conocer más acá.

Principales Afecciones

Las uñas, esas estructuras formadas por queratina y que cumplen una función esencial al cuidar los tejidos que están por debajo de ellas. Además de ser una barrera protectora, entregan la estabilidad necesaria para hacer actividades tan cotidianas como levantar algo del piso o sostener un lápiz para escribir. Su composición es más compleja de lo que imaginamos, por ejemplo, la placa ungueal es eso que conocemos como uña. Conocé un poco más de su anatomía:

Existen distintos tipos de uñas de formas naturales y se pueden clasificar según su forma. 

Uña plana: no tiene impedimentos para trabajar, si se debe tener en cuenta que puede generar dificultades para adherir ciertos materiales.

Uña cóncava: se identifican porque en el borde libre (la parte final de la uña) tienen una desviación o curvatura hacia arriba. Se puede trabajar si se realiza una nivelación previa.

Uña convexa: son uñas que crecen hacia abajo. Puede ser difícil cubrir la uña natural debido al tamaño de su prominencia. 

Uña ovalada: es fácil de trabajar y sin complicaciones.

Uña retraída: carece de borde libre y suelen ser quebradizas. Si se realiza una manicuría de gel o acrílica, el largo no debe ser mayor al doble del tamaño de la uña natural. 

Uña tubular: es una uña muy metida en los laterales del dedo y es más complicada de trabajar ya que el cliente puede presentar molestias o dolores.

Uña cuadrada: de tamaño grande y anchas, no genera mayor complicación salvo el tamaño.

Además, por más que este sistema perfectamente diseñado mantenga alejadas a las bacterias y microorganismos, estas estructuras no son inmunes a contraer enfermedades o infecciones. 

Si querés la infografía completa para compartirle a tus clientes, completá el formulario y te la enviaremos por correo electrónico.

Conseguí la infografía completa

Factores externos, como detergentes agresivos, los hongos o la humedad y factores internos como la genética, hormonas o la alimentación, pueden generar distintos tipos de alteraciones. A continuación te mostramos algunas de ellas y si podés realizar trabajos de manicuría sobre ellas.

Coiloniquia: o uña en cuchara, es más delgada de lo normal y la uña tiene una curvatura hacia arriba. Pueden estar provocadas por el uso de detergentes agresivos, por genética o por anemia. Se puede trabajar sobre estas uñas, teniendo en cuenta la dificultad propia de la forma, además, te sugerimos solicitar el certificado de un dermatólogo que haya diagnosticado la uña con esta alteración y no sea causado por algún hongo.

Onicogrifosis: o uña en garra, es más gruesa y crece en curva hacia abajo como una garra. Es más común verla en los pies, no se recomienda realizar trabajos sobre estas uñas. 

Onicofagia: si por el nombre no la reconocés, te contamos que es el acto de comerse las uñas. Se conocen por no tener el borde libre y tener quebraduras. Se pueden realizar trabajos siempre y cuando el cliente no presente incomodidad.

Onicosquisis: o uña en capas, son súper quebradizas, frágiles y sensibles. Se puede trabajar en ellas y tener precaución al momento de preparar la uña.

Onicolisis: es una uña levantada en la altura del lecho ungueal, en donde estaría el borde libre. Puede ser causada por golpes o detergentes agresivos. Se puede trabajar siempre y cuando un dermatólogo acredite que no se presentan otras alteraciones o presencia de hongos.

Onicorrexis: es una uña que presenta astillas de manera vertical y se puede deber a factores hormonales, genéticos o productos químicos. Se puede trabajar siempre y cuando el cliente no presente un estado muy extremo ni dolores.

Onicomicosis: seguro lo has escuchado, se trata de la presencia de hongos en las uñas y a veces puede no ser tan perceptible a primera vista. No se recomienda realizar servicios ya que son sumamente contagiosos y puede verse empeorado. Además, te aconsejamos utilizar dispositivos profesionales para tratar este tipo de problemas y eliminarlos en su totalidad.

Oniquia punctata: o uña de dedal, se caracteriza por tener pequeños agujeros o erosiones sobre la uña, puede ser causada por psoriasis u hongos y no se recomienda trabajar ya que se desconoce la presencia de agentes infecciosos.

Psoriasis unguicular: de color rojizo o amarillo intenso, se puede trabajar sobre estas uñas siempre y cuando un dermatólogo certifique que es causada por psoriasis y no por hongos.

Nigrotriquia: se reconoce por el color negro de la mancha, se puede trabajar si el cliente no presenta dolor en la uña.

Leuconiquia: son las clásicas manchas blancas horizontales sobre las uñas. Pueden ser causadas por golpes o fallas en la matriz de la uña.

Uñas amarillas: pueden ser causadas por enfermedades como bronquitis, por utilizar esmaltes de baja calidad o por hongos. No se recomienda trabajar sobre ellas, a menos que tengamos un certificado médico que acredite que no es causada por hongos. 

 

Importancia de la esterilización

Como podés ver, al igual que el resto del cuerpo, estamos expuestos a distintas alteraciones causadas por factores externos y los hongos pueden ser una de las causas más frecuentes de alteraciones. Por eso es fundamental mantener una correcta higiene de las herramientas que usemos, tal como te adelantamos, a veces los hongos pueden ser imperceptibles a simple vista. 

Te recomendamos utilizar sanitizantes que cuiden tu material de trabajo y que sean efectivos contra estos microorganismos, además de dispositivos que aseguren la correcta desinfección y esterilización. 

Ahora que tenés toda la información sobre las uñas y manicuría, ¿te gustaría ofrecer este servicio? Te leemos en comentarios y no te olvidés de compartir este artículo a tus conocidos que se quieran iniciar en esta profesión, que se caracteriza por tener una gran salida laboral ya que es un servicio en constante demanda.

Deja una respuesta

Cerrar menú
×